Este pasado sábado, 15 de septiembre, la Cumbre Social, integrada por más de 150 organizaciones sociales, asociaciones profesionales, sindicatos, partidos políticos, etc. ha realizado una gran concentración en la plaza Colón de Madrid, para denunciar las políticas económicas antisociales del gobierno del PP, en su propósito de suprimir los fundamentos del incipiente e incompleto Estado del bienestar español.
La primera valoración que me atrevería a realizar sería que el acto ha sido un éxito rotundo, dado la elevada participación ciudadana (yo diría, sin temor a equivocarme, que por lo menos el número de congregados era el equivalente a 3 o 4 veces la capacidad de un estadio como el del F.C. Barcelona, o sea, más de 300.000 personas). También, destacaría la perfecta organización de la concentración (con las diversas marchas confluyendo en la plaza Colón a la hora prevista, la duración del acto y la facilidad de movilidad y accesibilidad desde los autocares, venidos de toda España); el contenido y calidad de las diversas intervenciones de los oradores; y el ambiente pacífico, familiar y festivo de los participantes.
En lo negativo, únicamente cabe señalar, por lo que yo pude ver, la poca colaboración del Ayuntamiento de Madrid a la hora de ordenar el tránsito rodado, dado que las calles adyacentes a las vías de acceso a la plaza Colón no estaban señalizadas ni cortadas (yo viví lo acontecido en la calle Goya, por donde discurría la "marea" venida del nordeste de España), hecho que originó que se produjeran prolongados cortes de tráfico, ante la mirada entre expectante y molesta de los conductores, que no tenían conocimiento del desarrollo de la manifestación (a lo largo de la semana los medios de comunicación han hecho un claro "vacio informativo" sobre su celebración); y, por otro lado, destacaría la presencia de un helicóptero de la policía nacional que estuvo buena parte del tiempo que duraron las intervenciones de los oradores "paseando" por encima de la plaza Colón, con el consiguiente ruido y molestias para todos los concentrados, hecho que incluso fue denunciado por uno de los propios oradores.
Estaba claro el mensaje: cuidado con lo que hacéis, el "Gran Hermano" os esta vigilando.
Y como muestra del sentir ciudadano valgan las siguientes expresiones de denuncia expuestas en los carteles, camisetas, brazaletes, globos, ...
"el PP rompe el pacto social"
"¿que paz, sin pan?"
"es criminal recortar la sanidad"
"más pan y menos chorizos"
"¿crisis? ¡atraco!"
"recortes, a banqueros y al clero"
"no nos callaran"
"la banca, al banquillo"
"su botín es mi crisis"
"pueblo manso, pueblo esclavo"
"RIP nuestro trabajo"
"bomberos quemados"
"sin derechos, sin futuro, no tengo nada"
"Europa, así no"
"no tengo miedo"
Y otros muchos que no puedo precisar.
Por lo demás, cabe destacar la presencia de
muchísimos colectivos profesionales, del mundo de la sanidad, de los servicios sociales, de la educación,
de la cultura, ... así como de diversos cuerpos de bomberos en lucha, y de miembros sindicales del
cuerpo nacional de policía.
El clamor popular demandando justicia y trabajo está en la calle. La calle es nuestra, las políticas neoliberales de la derecha española (y catalana) nos quieren retrotraer a épocas pasadas; tal y como reclamaron ayer los oradores, es necesario recuperar el pacto social roto a través de un referéndum popular. Habrá que seguir en la calle, seguro.
La primera valoración que me atrevería a realizar sería que el acto ha sido un éxito rotundo, dado la elevada participación ciudadana (yo diría, sin temor a equivocarme, que por lo menos el número de congregados era el equivalente a 3 o 4 veces la capacidad de un estadio como el del F.C. Barcelona, o sea, más de 300.000 personas). También, destacaría la perfecta organización de la concentración (con las diversas marchas confluyendo en la plaza Colón a la hora prevista, la duración del acto y la facilidad de movilidad y accesibilidad desde los autocares, venidos de toda España); el contenido y calidad de las diversas intervenciones de los oradores; y el ambiente pacífico, familiar y festivo de los participantes.
En lo negativo, únicamente cabe señalar, por lo que yo pude ver, la poca colaboración del Ayuntamiento de Madrid a la hora de ordenar el tránsito rodado, dado que las calles adyacentes a las vías de acceso a la plaza Colón no estaban señalizadas ni cortadas (yo viví lo acontecido en la calle Goya, por donde discurría la "marea" venida del nordeste de España), hecho que originó que se produjeran prolongados cortes de tráfico, ante la mirada entre expectante y molesta de los conductores, que no tenían conocimiento del desarrollo de la manifestación (a lo largo de la semana los medios de comunicación han hecho un claro "vacio informativo" sobre su celebración); y, por otro lado, destacaría la presencia de un helicóptero de la policía nacional que estuvo buena parte del tiempo que duraron las intervenciones de los oradores "paseando" por encima de la plaza Colón, con el consiguiente ruido y molestias para todos los concentrados, hecho que incluso fue denunciado por uno de los propios oradores.
Estaba claro el mensaje: cuidado con lo que hacéis, el "Gran Hermano" os esta vigilando.
Y como muestra del sentir ciudadano valgan las siguientes expresiones de denuncia expuestas en los carteles, camisetas, brazaletes, globos, ...
"el PP rompe el pacto social"
"¿que paz, sin pan?"
"es criminal recortar la sanidad"
"más pan y menos chorizos"
"¿crisis? ¡atraco!"
"recortes, a banqueros y al clero"
"no nos callaran"
"la banca, al banquillo"
"su botín es mi crisis"
"pueblo manso, pueblo esclavo"
"RIP nuestro trabajo"
"bomberos quemados"
"sin derechos, sin futuro, no tengo nada"
"Europa, así no"
"no tengo miedo"
Y otros muchos que no puedo precisar.
Por lo demás, cabe destacar la presencia de
muchísimos colectivos profesionales, del mundo de la sanidad, de los servicios sociales, de la educación,
de la cultura, ... así como de diversos cuerpos de bomberos en lucha, y de miembros sindicales del
cuerpo nacional de policía.
El clamor popular demandando justicia y trabajo está en la calle. La calle es nuestra, las políticas neoliberales de la derecha española (y catalana) nos quieren retrotraer a épocas pasadas; tal y como reclamaron ayer los oradores, es necesario recuperar el pacto social roto a través de un referéndum popular. Habrá que seguir en la calle, seguro.
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